top of page
  • mitos

  • derramar la sal

​

​

Mala suerte: su origen data del año 3.500 a.c. ya entonces se creía que la sal era incorruptible, razón por la cual se convirtió en símbolo de amistad. De ahí la creencia de que si se tira, la amistad se romperá. Para contrarrestar ese supuesto efecto maldito, se debe echar una pizca de la sal derramada sobre el hombro izquierdo.

​

​

​

​

​

​

​

​

​

​

​

 

​

​

  • romper un espejo

​

​

Mala suerte: se dice que ocasiona siete años de maldición. el espejo era un elemento mágico de adivinación, por lo que si se rompía, era para no mostrar una imagen aterradora del futuro. Siete años es el tiempo que, supuestamente, tardaba en renovarse un cuerpo.

​

 

 

​

​

​

​

​

​

​

 

 

  • decir "Jesús" o "salud" cuando alguien estornuda

​

​

Buena suerte: se debe a que el estornudo era el principio de muy diversas enfermedades y por eso se pedía a dios que apartase el peligro de cualquier infección.

También se dice que era para evitar que entrara el demonio a través de la boca.

 

​

 

 

 

​

 

 

​

​

​

​

​

​

  • llevar una pata de conejo

​

​

Buena suerte: su origen está en la antigua creencia de que cada pueblo descendía de un animal, que no podía ser cazado ni comido. Seguramente, los celtas nos trajeron la creencia de que el nuestro era el conejo. Seis siglos antes de cristo ya era utilizada como amuleto para alejar el mal. Además, la pata de conejo era también un símbolo fálico capaz de hacer fértiles a las mujeres.

 

 

 

 

 

​

 

 

​

 

​

 

​

  • pasar debajo de una escalera

 

 

Mala suerte: es por el triángulo que forma ésta con la pared. Antiguamente se pensaba que todos los triángulos eran un símbolo sagrado, tanto las pirámides como la trilogía de la santísima trinidad y, por lo tanto, era un sacrilegio pasar bajo ese arco.

Se cree que, una vez que se había pasado, el mal se conjuraba cruzando los dedos, escupiendo una vez bajo la escalera o tres veces después de cruzarla. También se relaciona esta superstición con el patíbulo: siempre había que usar una escalera de mano para colocar la soga y también para retirar el cadáver: la muerte y la escalera iban siempre muy unidas. otra creencia proviene de los cuadros de la crucifixión, en los cuales figuraba una escalera bajo la cual lucifer veía con furia cómo Jesús moría para salvar a la humanidad. De ahí la costumbre de santiguarse para preservarse de las furias del diablo o ahuyentar el peligro.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

​

​

​

​

 

 

  • empezar el día con el pie izquierdo

​

 

 

 

​

​

​

​

​

​

      

  • que el novio vea a la novia antes de la ceremonia o que esta se mire al espejo

 

Mala suerte: antiguamente se consideraba que hacer cualquiera de estas dos cosas era sinónimo de adelantar acontecimientos positivos que quedarían así "gafados". Otra explicación es que la novia no podía mirarse en el espejo antes de celebrarse el matrimonio si estaba completamente ataviada, porque se proyecta su imagen de ésta antes de estar casada y esto podía hacer que los dioses pusieran en duda su derecho a contraer matrimonio. si desea ver su aspecto, deberá dejar sin ponerse los guantes o alguna otra prenda.

 

 

 

 

 

​

​

​

​

​

 

 

 

  • poner la escoba al revés detrás de la puerta

​

​

Buena suerte: en realidad, en relación a esta superstición, no podemos hablar realmente de buena o mala suerte. a las brujas siempre se las ha descrito subidas en una escoba para acudir a los aquelarres; de ahí que antiguamente se creyera que colocando una escoba a las puertas de una casa donde se sospechaba que había entrado una, ésta no resistiría la tentación de cogerla y salir volando. así, si llega una visita molesta, hay que colocar una escoba invertida detrás de una puerta y el inoportuno abandonará tu casa.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

​

​

​

  • llevar una escoba usada al cambiarse de casa

​

​

Mala suerte: no se deberá llevar una escoba usada al cambiarse de casa, ya que el hacerlo atraerá la mala suerte y traerás con ella las desgracias del hogar anterior.

 

 

 

 

​

​

​

​

​

​

​

​

​

​

  • barrer los pies de una soltera o una viuda

​

​

Mala suerte: esto quería decir que no se casarían. Tiene también que ver con las brujas y sus vehículos preferidos para asistir a los aquerares: las escobas.

​

​

 

​

 

​

​

​

​

​

​

​

​

 

  • poner cactus en las ventanas

​

Buena suerte: una creencia popular afirma que esta planta aleja el mal de la casa. Su gran capacidad para absorber la humedad del ambiente lo convierte en un poderoso protector contra los espíritus malignos, que necesitan la humedad para desarrollarse. la costumbre de colocar cactus en las puertas y ventanas, observada en toda la cuenca mediterránea europea y asiática, proviene de la creencia que si  los espíritus encuentran agua a su paso, pueden ahogarse al cruzarla y quedar así retenidos en ese sitio.

 

​

​

​

​

​

​

​

​

​

​

 

  • sentir un zumbido de oídos

​

​

Buena suerte: cuando te silban los oídos pide a alguien que te diga un número. la letra del alfabeto correspondiente a dicho número será la primera del nombre de la persona con la que esperas casarte. "el izquierdo para el amor y el derecho para el rencor". si te pellizcas inmediatamente el oído derecho cuando éste te silba, la persona que te está criticando se morderá la lengua.

 

​

​

​

​

​

​

​

​

​

​

​

  • tirar monedas a un pozo o una fuente

​

​

Buena suerte: viene del antiguo rito adivinatorio de arrojar alfileres o piedras a un pozo, con el fin de saber si un hecho se iba a cumplir o no. si al caer salían burbujas, significaba que lo que se había solicitado se llegaría a cumplir.

​

​

​

​

​

​

​

​

​

​

​

​

 

  • que alguien te eche el mal de ojo

​

​

Mala suerte: tradicionalmente se ha creído que al reflejarse en la pupila de un ojo, podíamos quedar atrapados por ella. Por esto, desde la antigua roma hasta la edad media, aquellas personas que tenían cataratas u otro defecto visual, a menudo eran sacrificadas en la hoguera. Grecia, turquía y egipto tiene muy extendida la creencia de que existen personas con poderes maléficos en la mirada; incluso, aunque sea de forma inconsciente pueden hacer daño si clavan sus ojos en algo. Antiguamente se atribuía al mal de ojo enfermedades de origen desconocido. lo echaban las brujas, los gitanos, los gafes y los bizcos y afectaba a los niños. Para protegerse hay que llevar ajos, oro y plata, ojos de cristal azul y herraduras.

​

​

​

​

​

​

​

​

​

​

​

​

​

  • leyendas

  • La sucia

​

Es una de las más populares de honduras, aunque también es muy conocida en otros países centroamericanos y México, donde es conocida como la Cegua o la siguanaba.

por ser una de las leyendas más conocidas en el país, la historia de la sucia es también una de las más tergiversadas, cada región cuenta la historia a su manera, pero todas concuerdan en un mismo aspecto: la sucia es una figura tenebrosa que causa miedo a la mayoría de personas que conocen su historia.

La historia cuenta que la sucia era una muchacha muy bonita que vivía con sus padres, a los que siempre ayudaba en los trabajos de la casa, entre ellos lavar la ropa en el río.

Cuando la muchacha tenía 15 años, un joven bien trabajador y de buena familia se enamoró de ella y pronto fue a pedir la mano de la muchacha. Los padres de ella aceptaron de inmediato pues sabían que era el mejor partido para su hija y se pusieron de acuerdo en la fecha del matrimonio.

El día de la boda, estando los novios en el altar el sacerdote les solicitó que entregaran su fe de bautismo,  requisito que ella no pudo cumplir porque no estaba bautizada. Ante el incumplimiento de este requisito, el cura se negó a realizar el matrimonio, esto a pesar de las súplicas de los familiares que solicitaban que en el mismo acto la bautizara y luego la casara.

Al no poder casarse con su amado, la joven entro en una profunda depresión que casi la llevó a la locura. Al verla en ese estado, su novio perdió toda esperanza de casarse con su amada y se olvidó de ella.

La muchacha, en su profunda tristeza decidió nunca quitarse su traje de novia, iba y venía a todos lados con él puesto. Un día que estaba en el río lavando la ropa, se enteró que su amado se iba a casar con otra.

La noticia fue el tiro de gracia para ella, el dolor que sintió fue tan grande que en ese mismo momento se volvió loca, y como si estuviera poseída por algún demonio salió corriendo dando horrendos gritos de dolor, se paró frente al acantilado y saltó al vacío muriendo al instante.  Se dice que desde entonces el espíritu de la muchacha vaga errante en busca de su enamorado.

Se cree que por esta razón se le aparece en los ríos y riachuelos vestida de blanco especialmente a los hombres tunantes que deambulan borrachos por estos sitios, aunque también suele espantar también a cualquier persona.

Para atraer a los hombres, la sucia se presenta como una mujer hermosa o se transforma en la figura de la novia o enamorada del hombre que por andar

Borracho corre feliz hacia ella y cuando está cerca se convierte en un espanto horrible que enloquece al verla. Se dice que también se aparece con su pelo hacia enfrente tapándose el rostro y la persona que logre verlo se vuelve loco.

​

​

​

​

​

​

​

​

​

​

​

​

​

​

​

 

 

  • Sisimite

​

 El sisimite, también conocido como itacayo es un monstruo muy parecido al temible pie grande de los estados unidos, y al yeti del Tíbet tanto en apariencia como en sus misteriosos avistamientos.

El sisimite es una especie de mono, o monstruo, de largo pelaje, gran altura y mucha fuerza que habita en las cuevas que están en lo profundo e inaccesible del bosque, se alimenta de frutas y vaga libremente por las montañas más altas.

Se dice que los sisimite bajaban de las montañas a lugares más transitados del bosque en busca de mujeres, a las que secuestraban y se las llevaban a sus cuevas, naciendo de esta unión una especie de hombres mono.

El sisimite muchos pobladores aún comentan con admiración la asombrosa historia de una mujer que logró escapar de la cueva donde la tenía secuestrada el sisimite.

Se dice que el monstruo al darse cuenta del escape persiguió a la mujer con los tres hijos de ambos pero ella no se detuvo y cruzó el rio. Del otro lado se detuvo un instante y vio como el sisimite enojado porque no regreso tiró los niños al río y se ahogaron.

Al sisimite se le asocia al dios chac de la cultura maya y los pobladores aseguraban que en el interior de las cuevas están grabadas las manos y huellas que dejaron los sisimite.

 

​

​

​

​

​

​

​

​

​

​

​

​

​

  • La llorona

​

Uno de los cuentos y leyendas de honduras más famosos es sin lugar a dudas la leyenda de “la llorona”, son varias versiones de ésta historia las que se conocen en el país, aunque muchas veces la leyenda de la llorona es confundida con la leyenda de la sucia, cuando en realidad son dos seres totalmente diferentes.

 

La llorona tiene la apariencia escalofriante de una mujer vestida de blanco, alta, delgada, de rostro calavérico y larga cabellera negra que suele asustar a las personas en los ríos, quebradas y caminos solitarios, a los que casi vuelve locos con sus grandes carcajadas que en poco tiempo cambia por llanto desconsolado y gritos aterradores que repite por todo el camino ¿dónde están mis hijos?

 

Algunos cuentan que la llorona era una mujer común y corriente que vivía sola con sus tres hijos, porque su marido que era un borracho que los golpeaba los había abandonado. Pero un día que ellos no lo esperan el hombre decidió regresar a la casa.

Muy molesto porque nadie salió a recibirlo comenzó a gritar y a tirar todo lo que tuvo al alcance de sus manos causando un inmenso pánico en los niños quienes corrieron a esconderse. Ella, que no quería seguir siendo maltratada y para proteger a sus hijos se enfrentó a su marido, quién en un arrebato de cólera la empujó y ella cayó al suelo inconsciente.

La llorona cuando despertó en la casa no estaba ni su marido ni sus hijos. Buscó desesperada por todos los rincones pero no los encontró y así pasó buscándolos por días, semanas, meses, y años, siempre se le veía correr bajo la lluvia, buscando a sus hijos llorando y gritando sus nombres por todos lados

Toda su vida los buscó pero nunca los encontró hasta que un día murió de tristeza y aún después de su muerte nunca se supo nada de los niños ni del padre que se los llevó. es por eso que se dice que el espíritu de ésa mujer es el que vaga por todos los rincones y no descansa en paz porque todavía anda buscando sus hijos. por eso se le llama la llorona porque en las noches se le escucha reir, llorar y gritar desesperadamente ¿dónde están mis hijos?

Otras personas creen que la llorona era una linda joven que siendo soltera salió embarazada y por su condición decidió no tener a su hijo y abortó. pero al poco tiempo de haber abortado la mujer como si fuera un castigo de dios comenzó a escuchar permanentemente el llanto de su hijo, el llanto de aquel niño que ella siempre escuchaba la volvió loca y comenzó a vagar por las calles queriendo encontrar paz pero nunca pudo dejar de escuchar a su hijo llorar por eso ahora ella vaga llorando y gritando por su hijo.

 

​

​

​

​

​

​

​

​

​

​

​

​

​

​

  • El cadejo

​

El cadejo, es entre todos los “cuentos de miedo” que se narran por todos los rincones de honduras uno de los más populares. No es uno de los más aterradores, pero la gente siempre siente temor por este espíritu paranormal.

Se dice que existen dos tipos: el cadejo blanco que fue creado por dios para que protegiera al ser humano en sus caminos. y la forma que dios eligió para este guardián es muy similar a la de un perro, pero con ojos rojos y de pelaje blanco.

El cadejo negro fue creado por el diablo, en un arrebato de enojo por la buena acción de dios. Pero este no batalló tanto e hizo una copia exacta del primero, pero por ser un espíritu malo es de color negro. Su misión es atemorizar y perturbar a todo aquel que se le cruce en su camino.

De esta manera nacieron estos dos espíritus, aunque se dice que uno es bueno y otro malo, la mayoría de

Personas les teme a los dos y no desea encontrarse a ninguno en su camino. Sin embargo, no se debe tener tanto miedo porque se dice que el cadejo solo se le aparece a aquellos aventureros que transitan por caminos oscuros a altas horas de la noche, especialmente a los hombres solteros.

La historia relata que cuando el cadejo blanco se le aparece a una persona es para guiarlo y lo cuida durante su camino. Si en cambio es el cadejo negro quien se aparece la persona se perderá y aunque camine y camine no podrá encontrar la vía correcta para llegar a su destino. No obstante la persona debe permanecer tranquila porque el cadejo negro es agresivo y cuando se enoja se convierte en un animal muy grande.

Muchos aseguran que el cadejo se alimenta de la sangre de otros animales y que no ataca a los humanos. Aunque se siente mucho miedo al verlo en la oscuridad de la noche porque se sabe que es un ente paranormal, el cadejo no representa peligro para las personas porque no suele atacarlas, su misión es cuidar uno y perturbar el otro. La misión de protección que tiene el cadejo blanco es tal que para lograrlo es capaz de luchar contra cualquier otro espíritu o humano que amenacen a su acompañante.

Cuando ande por algún camino solitario de noche, mire bien a su alrededor ya que quizás se le aparezca uno de los dos cadejos. puede estar seguro que es alguno de ellos si siente primero que nada un miedo terrible que le recorre todo el cuerpo, luego podrá observar un animal similar a un perro, con la nariz puntiaguda, los ojos rojos y en vez de pezuñas tiene casquitos como de cabra, con las que hace un sonido característico cuando camina.

Otra rara pero inconfundible sensación que sentirá cuando este frente al cadejo es un estado de irrealismo, como si su cuerpo está en el lugar pero no su alma, como si flotara o estuviera en otra dimensión. Si siente como que el cadejo está muy cerca es porque está lejos y si por el contrario siente que está lejos es porque está muy muy cerquita de usted.

Ahora ya sabe cómo luce el cadejo, si es usted de aquellos que no le temen a nada y cuando lo vea siente el impulso de tocarlo le aclaramos que aunque muchos ya lo han intentado jamás nadie lo ha logrado.

​

​

​

​

​

​

​

​

​

​

​

​

​

 

  • El cerro brujo de Tegucigalpa

 

el cerro brujo, es un peculiar cerro ubicado entre las colonias el sitio y la estados unidos de la ciudad capital, Tegucigalpa que por sus misteriosos acontecimientos a sido llamado cerro brujo. Para algunos, es solo un cerro más de los tantos que hay en la capital y lo que se dice que en él sucede es solo uno de los tantos cuentos “de miedo” que se relatan en honduras.

hay quienes creen que los relatos son producto de la imaginación de las personas, pero para otros es la confirmación de sus creencias en fantasmas, seres paranormales, almas en pena, monstruos y demonios que atemorizan a las personas, tal es el caso de los pobladores de las cercanías del cerro.

la historia del cerro brujo se ha vuelto muy popular y ha tomado cierto grado de credibilidad porque ha sido narrado por los propios habitantes de las cercanías del cerro, los que aseguran haber experimentado en carne propia los espeluznantes y extraños sucesos del lugar.

Entre algunos de los tantos relatos acerca del cerro brujo está el de doña paula sierra Amaya, una anciana de 80 años de edad, quién asegura haber vivido una horrible experiencia en ese lugar hace cuando era una niña.

a pesar que ya ha pasado mucho tiempo desde que ella paso por ese susto, todavía al recordarlo muestra signos de pánico y asegura que jamás lo ha podido olvidar.

“mi padre y yo vinimos desde santa lucía a comprar ganado a un sitio cercano al cerro brujo” del cerro bajaba una inmensa bola de fuego que cayó a la tierra dando un gran estallido. Mi padre me dijo que era “la tentación” que sale en los lugares donde las personas hacen pacto con el diablo. En ese momento mi cuerpo estaba completamente erizado y adormecido. A los pocos días de eso me enfermé de fuertes fiebres y convulsiones que solo se me fueron cuando me rociaron con agua bendita”.

al igual que doña paula muchas personas creen que el cerro esta embrujado, sin embargo también hay otras que no creen en los sucesos y aseguran que necesitan ver para creer.

​

​

​

​

​

​

​

​

​

​

​

​

​

​

 

 

  • El cristo de santa lucia

​

Es una leyenda muy popular entre los vecinos de este pintoresco pueblo de honduras y sus habitantes lo han venido transmitiendo de generación en generación de tal manera que ahora es muy conocido por muchos a nivel nacional.

En el municipio de santa lucia existen 2 leyendas religiosas muy conocidas, sin embargo en esta ocasión hablaremos de la leyenda del cristo de santa lucia.

Para muchos son historias verídicas de sucesos milagrosos vividos por antiguos aldeanos. Para otros es solamente una leyenda urbana nacida del ingenio de la gente. Sin embargo, aunque no crean en las historias no dejan de gustarles y transmitirlas a las nuevas generaciones sin tergiversar los relatos que alguna vez escucharon de sus antepasados. Cuenta la historia que allá por los años 1900 hubo una confusión de entrega entre los crucifijos de santa lucia y el municipio de cedros, departamento de francisco Morazán.

 

Luego de una exhaustiva investigación se llegó a la conclusión que en efecto las imágenes de los cristos crucificados de ambos poblados estaban intercambiadas. De tal forma que el cristo de santa lucia pertenecía a la iglesia de cedros y el de cedros a santa lucia.

Alarmados ante tal situación, los habitantes de los pueblos mencionados decidieron remediar la equivocación cometida y acordaron hacer el intercambio de crucifijos.

Corría el mes de enero del año 1901 cuando los habitantes de ambos pueblos salieron con los crucifijos para reunirse en Tegucigalpa donde luego de una celebración religiosa harían el intercambio.

Los habitantes de santa lucia que transportaban la imagen hacia Tegucigalpa hicieron la mayor parte del recorrido sin ningún contratiempo.

sin embargo al llegar a inmediaciones de la colonia la esperanza, en un sitio llamado la travesía en Tegucigalpa, la procesión se vio forzada a detenerse pues la imagen de presto se había vuelto tan pesada que las personas que la cargaban ya no podían levantarla.

Creyendo que lo sucedido era producto del cansancio de los cargadores, otros hombres se ofrecieron a ayudarles a alzar la imagen, sin embargo todos los intentos fueron en vano.

El cristo de santa lucia se había vuelto demasiado pesado, especialmente cuando se intentaba seguir el camino rumbo hacia Tegucigalpa, pero si se movía en dirección a santa lucia la imagen se volvía tan liviana como una pluma.

Intrigados ante tal situación los pobladores no tuvieron otra opción más que regresar con la misma imagen al pueblo, pues dedujeron que el cristo no quería irse de santa lucia.

Durante el camino de regreso a santa lucia los cargadores de la imagen del cristo crucificado no tuvieron más problemas con el peso. Posteriormente comunicaron a los pobladores de cedros el motivo por el cual no pudieron llegar a hacer el intercambio y los cristos se quedaron cada uno en su lugar.

En el sitio donde se detuvieron los pobladores a descansar por el excesivo peso de la imagen se mandó a construir un pequeño monumento para dejar constancia  de lo allí sucedido.

El monumento al cristo de santa lucia está ubicado al final del boulevard Morazán de Tegucigalpa. Tal y como aparece en la foto aún se puede leer la leyenda que dice: “aquí descansó el señor de santa lucia, enero de 1901”.

​

​

​

​

​

​

​

​

​

​

​

​

​

​

​

​

 

  • leyenda Tawahka los dos huerfanitos

​

Los dos huerfanitos es una popular leyenda Tawahka que se ha venido transmitiendo de generación entre los miembros de este grupo indígena de honduras.

Esta típica leyenda tawahka narra la triste historia de dos hermanitos que al quedar huérfanos atraviesan situaciones muy difíciles de sobrellevar.

Lea esta leyenda tawahka que es parte de la rica cultura, tradición oral e historia de este grupo indígena y de honduras en general

Cuenta la historia que en pueblo muy lejano, Vivian dos hermanitos con sus padres y cuando éstos murieron ellos quedaron desamparados.

Como tenían hambre, el niño siempre iba a la montaña a buscar alimento. un día después de tanto caminar se encontró un inmenso campo lleno de árboles frutales.

Desde que el niño encontró aquel maravilloso sitio, siempre regresaba a él para llevar frutas, hasta que un día el dueño del campo se dio cuenta que alguien le estaba robando las frutas y decidió vigilar para averiguar quién era.

Al día siguiente cuando el niño llegó, miró hacia todas partes y descubrió que había una persona vigilando el campo así que esperó hasta la noche. a partir de entonces, regresaba al campo solamente cuando caía la oscuridad de la noche.

Muy intrigado, el dueño del campo notó que a pesar de su vigilancia, las frutas siempre de su campo siempre se desaparecían, motivo por el cual decidió vigilar día y noche.

El empeño del dueño del campo, quién no era otro más que el diablo dio resultado y finalmente descubrió al niño llevándose sus frutas. Cuando estaba a punto de comerse al niño, éste le contó su historia.

El niño le contó al diablo que junto a su hermanita eran huérfanos, al escuchar esto el diablo solicitó al niño ir a traer a su hermanita y desde entonces los dos hermanitos quedaron esclavos del diablo: el niño rajaba leña en el campo y la niña hacía las tortillas.  La tristeza invadió los corazones de los huerfanitos hasta que un día un pájaro carpintero les avisó que el diablo planeaba matarlos ese mismo día, para ayudarlos el pájaro les dio el siguiente consejo:

“hoy mismo, cuando el diablo les pida que bailen sobre la madera que tapa la poza, ustedes le dirán que no saben bailar, que necesitan que él les enseñe primero. Deben estar atentos y cuando él comience a bailar levanten la tapadera del pozo para que el diablo se caiga y se vaya hasta el fondo donde hay agua caliente y muera. Luego quemen su cuerpo y las cenizas las arrojan al otro lado del mar.”

Cuando el niño regresó a casa con su carga de leña, se puso de acuerdo con su hermanita sobre cómo iban a actuar frente al diablo, y le recordó que debían seguir al pie de la letra los consejos del pájaro carpintero.

Al llegar la tarde, cuando el diablo les pidió que bailaran sobre la tapa del pozo, los niños le contestaron que no sabían bailar y que necesitaban que él les enseñara como hacerlo. Cuando el diablo comenzó a bailar, los niños corrieron a levantar la tapadera y el diablo cayó al agua caliente del fondo del pozo y murió.

Los niños quemaron el cuerpo del diablo, recogieron las cenizas y las pusieron en un jícaro, bien tapado para llevarlas al otro lado del mar.

Como no sabían cómo llegar al otro lado del mar, buscaron ayuda y encontraron dos voluntarios para hacer el trabajo: el venado y el gran sapo, saliendo ganador luego de una fuerte disputa el sapo.

 

​

​

​

 

 

 

 

 

​

​

​

​

​

​

​

​

  • La piedra de oro

​

La piedra de oro es una leyenda muy popular que ha sido transmitida de una generación a otra dentro de los hogares hondureños.

La leyenda de la piedra de oro, es otra de las fantásticas historias de eventos y seres extraños que a diario escuchamos que suceden en el interior de las tantas minas que posee el país.

Cuenta la leyenda que, durante la época de mayor producción de la famosa mina de yuscarán, departamento del paraíso, mientras un grupo de 4 mineros trabajaba en una misma zona, uno de ellos, al martillar escuchó un sonido extraño, muy diferente al que normalmente hace la piedra al quebrarse.

Muy sorprendido, el minero notó que el sonido provenía de una piedra rara que comenzaba a aflorar y lo más intrigante era que aquella piedra, aunque era golpeada insitente y fuertemente no se quebraba sino que con cada golpe se iba aplastando cada vez más.

Sucedido y los cuatro decidieron investigar aquella misteriosa piedra. Con muchas dificultades, los mineros lograron extraer la piedra que resultó ser un enorme bloque que pesaba más de 100 libras.

 

La piedra de oro leyenda minas de yuscarán honduras

Estaban exhaustos, pero felices porque comprendieron lo que habían encontrado; ¡era el lingote de oro más grande que jamás habían visto!

Con gran esfuerzo y entusiasmo, los mineros llevaron la enorme piedra de oro a la boca de la mina para repartirse el tesoro encontrado, pero apenas llegaron comenzaron a pelearse entre sí porque cada uno deseaba el pedazo más grande.

Por estar en la discusión, los mineros olvidaron el sitio donde estaban. la boca de la mina está ubicada en la cima del cerro Monserrat, justo donde se forma un inmenso barranco que colina abajo llega hasta un pequeño riachuelo pedregoso.

Mientras discutían y sin poder hacer nada la piedra se movió y rodó colina abajo por el barranco hasta caer en el riachuelo. Queriendo ser más rápidos que un rayo, los ambiciosos mineros bajaron por el barranco hasta el arroyo en busca del tesoro perdido, sin embargo por más que buscaron no pudieron encontrar el enorme lingote de oro.

Desde entonces, la leyenda de la piedra de oro se ha venido transmitiendo de generación en generación causando duda entre algunos que la escuchan y curiosidad entre otros, quienes se atreven a visitar el sitio con la esperanza de encontrar el lingote de oro perdido.

Entre los habitantes del poblado aún persiste la idea que quizás algún día alguno de ellos encuentre la enorme piedra de oro que los codiciosos mineros perdieron. Es por eso que, los jóvenes cada vez que van a traer leña a la montaña aprovechan el momento para pasar por la quebrada en busca del oro.

la quebrada también es el sitio donde las señoras se reúnen para lavar la ropa, a quienes muy a menudo se les puede ver golpeando las piedras con la esperanza de ser las afortunadas nuevas dueñas de la piedra de oro, otros en cambio rayan con una navaja las piedras para ver si encuentran el tesoro perdido.

Hasta la fecha nadie ha podido encontrar la famosa piedra de oro y ésta sigue escondida en el pequeño arroyo, si es usted es amante de la aventura puede visitar la bella ciudad de yuscarán y probar suerte en el arroyo, quizás usted sea el afortunado en encontrar la famosa piedra de oro.

​

​

​

​

​

​

​

​

​

​

​

​

​

​

 

  • Leyenda de la mina de agua sucia

​

La leyenda de la mina de agua sucia, es otra interesante historia de los hechos misteriosos que se dice suceden en algunas de las minas más antiguas de honduras.

La mina de agua sucia, de la cual habla esta leyenda está ubicada en el municipio de ilama, departamento de santa bárbara. Localidad que antiguamente era un pequeño poblado llamado ilamatepeque, nombre que en náhuatl significa “cerro de la mujer vieja”.

 

La mina de agua sucia

Cuenta la historia, que hace muchos años en un pequeño poblado cercano al rio cececapa llamado los plancitos, vivió un hombre que conocía la ubicación de la verdadera mina de agua sucia.

Sin que nadie supiera el motivo, cada viernes de la semana el hombre acudía misteriosamente a la mina de agua sucia llevando consigo una gallina blanca y un manojo de velas de cera de castilla, con los cuales practicaba sacrificios en honor de la enigmática criatura que cuidaba celosamente el encanto y las riquezas de la mina de agua sucia.

Mina de agua sucia ilama santa bárbara honduras

Un día, la única hija del hombre, ansiosa por descubrir el sitio al que su padre se dirigía cada viernes con la gallina y las candelas lo siguió con mucha cautela para no ser descubierta.

La astucia de la joven siguiendo a su padre fue tan grande que logró llegar al lugar donde estaba la mina, pero su estancia fue fugaz pues al llegar al sitio vio como se levantaba un enorme remolino que se acercaba violentamente a ella, obligándola a huir y dejándola al descubierto frente a su padre, quién enfurecido por tal atrevimiento la castigó severamente.

y, es que no era raro que el hombre guardara celosamente la ubicación de la mina de agua sucia, pues se dice que al afortunado hombre cada vez que llegaba a la mina se le aparecía un enorme lagarto de oro, el que después de los sacrificios ofrecidos le permitía al dichoso hombre cortarle un pedazo de su cola de oro macizo.

Los habitantes del pueblo aseguraban que el hombre viajaba a el salvador a vender el oro que obtenía de la mina de agua sucia, sin embargo los aldeanos nunca supieron que la mina era el hogar del lagarto de la cola de oro que renacía.

​

​

​

​

​

​

​

​

​

​

​

​

​

​

 

  • Leyenda de la mina clavo rico

​

La leyenda de la mina clavo rico, nos relata la manera cómo la imprudencia alimentada por la codicia que despertó la riqueza de la mina desencadenó una tragedia durante la excavación de la mina.

La mina clavo rico es una de las minas más antiguas de honduras, descubierta en 1585 en el municipio del corpus, departamento de Choluteca, llamado en ese entonces villa de xerez de la frontera de Choluteca.

Durante la época colonial la mina clavo rico era una de las más importantes por sus grandes vetas de minerales preciosos, y en la actualidad sigue siendo de gran importancia, especialmente para los pobladores del corpus, por ser ésta su mayor fuente de trabajo, tanto a nivel artesanal como industrial.

La mina clavo rico podría ser considerada, como la ciudad perdida de el dorado. Según narra la leyenda, el dorado era una rica ciudad indígena perdida en las selvas americanas, la cual estaba construida de oro y plata sobre grandes bloques tallados de oro.

 

Mina clavo rico el corpus Choluteca honduras

Durante muchos años la leyenda cautivó los corazones ambiciosos de aventureros y mineros del viejo mundo, quienes quedaron inmortalizados en la historia por sus largas e infructuosas exploraciones en busca de la resplandeciente ciudad de el dorado.

 

Aunque los exploradores nunca encontraron la mítica ciudad tal y como lo narra la leyenda o como ellos se la imaginaban, sino sus propias versiones fueron los poco conocidos Vicente soriano y juan Gómez cotolán los que en su afán por encontrar un yacimiento de agua por encargo del alcalde de Choluteca, el sr. Gaspar de ártica los que encontraron una veta de oro de riqueza y forma tan extraordinaria que decidieron llamarla “clavo rico”

Cuando se enviaron las primera pruebas de oro extraídas de la mina clavo rico a su majestad Felipe ii, las pepitas de oro eran tan grandes y de tanta calidad que el rey las llamó “mis reales tamarindos” agregando además este título al nombre de la ciudad, quién desde entonces pasó a llamarse “villa de xerez de la frontera de Choluteca y mis reales tamarindos”

​

​

​

​

​

​

​

​

​

​

​

 

 

  • El pueblo maldito

​

La historia que a continuación relataré es quizás para muchos uno más de los cuentos y leyendas de honduras, pero para otros, ésta es una historia verdadera que sucedió hace muchos años en el municipio de gracias, departamento de lempira.

Todo comenzó en la cantina del pueblo que siempre estaba llena de hombres borrachos, donde también acostumbraba jugar sus partidas de naipes la esposa del alcalde.

Ese día, el oponente de la dama era un humilde vendedor de “bulas” como se les llamaba a los permisos que la iglesia extendía para poder comer carne los dias prohibidos, quién acostumbraba apostar en los juegos de azar después de terminar su jornada de trabajo.

Mientras se desarrollaba la emocionante partida ambos jugadores eran observados y alentados por los asistentes hasta que con un grito de júbilo la mujer cantó victoria entre la admiración y los aplausos de los presentes.

Cegado por la cólera, y acusando a la mujer de haber hecho trampa, el bulero en un movimiento brusco e impulsivo le dio un gran bofetada a la alcaldesa, la que del fuerte golpe cayó al piso llorando. en ese momento la furia del hombre se convirtió en susto, al escuchar que todos estaban enojados por haberse atrevido a golpear a la mujer del alcalde.

El bulero, al ver la reacción de los hombres, que furiosamente querían cobrarle la falta de respeto cometida, corrió desesperadamente en busca de refugio.

Iglesia la merced, gracias, lempira

Llegó corriendo a la iglesia la merced, pensando que sería un buen lugar para esconderse, pero era seguido de cerca por la enardecida muchedumbre que no le permitió cerrar los portones. El asustado hombre entró a la iglesia y se escondió en el altar mayor, debajo de un largo mantel que cubría una de las mesas con objetos religiosos.

Al ver lo que estaba sucediendo, los frailes del convento quisieron impedir el ingreso de las personas a la iglesia para evitar que lo profanaran y ofrecieron entregar ellos mismos al hombre, pero los furiosos aldeanos no aceptaron su propuesta y entraron al templo armados de piedras y palos arremetiendo contra todo lo que encontraban a su paso.

En su afán de capturar al bulero le lanzaban piedras y una de ellas impactó fuertemente en la frente de la virgen de mercedes y le hizo una hendidura en su rostro, pero esto no los detuvo, capturaron al bulero, lo sacaron a patadas del templo, lo llevaron hasta la plaza mayor del pueblo, que quedaba a unos cien metros de allí y lo decapitaron, luego tomaron la cabeza y la frieron en una olla de aceite caliente.

 

Horrorizados por el dantesco hecho e indignados por el sacrilegio cometido al templo los frailes mercedarios lanzaron una maldición sobre el pueblo hasta su quinta generación y partieron rumbo a Guatemala sacudiéndose la sotana y las sandalias para no llevarse ni el polvo de aquella tierra maldita.

Desde que los frailes se fueron, el pueblo fue estremecido por varios terremotos y movimientos sísmicos que derribaron casi por completo muchas viviendas y la iglesia la merced. Los pobladores también padecieron de terribles enfermedades comunes y pestes desconocidas que mataron a muchos y otros huyeron intentando salvarse.

Poco tiempo después llegó a la ciudad de Comayagua un grupo de sacerdotes misioneros que conocieron la triste historia del sacrilegio que los pobladores habían cometido en la iglesia la merced. De gracias se envió una comisión para solicitar a los sacerdotes que entraran al pueblo y ellos accedieron a la petición.

Uno de los misioneros que llegó al pueblo era el sacerdote Manuel de Jesús subirán, quien conmovido por lo sucedido liberó al pueblo de la maldición, pero a cambio los pobladores debían cumplir una condición; debían exhumar los cadáveres de las personas muertas después del horrendo acontecimiento y quemarlos en hogueras.

Los pobladores hicieron las cosas así como se las pidió el sacerdote, hicieron las hogueras y quemaron todos cadáveres.

No podemos asegurar si los acontecimientos nefastos que sucedieron en gracias después de la maldición de los frailes fueron producto de ello o fue algo natural. sin embargo, a pesar que actualmente gracias es un pueblo próspero que mueve

 

​

​

​

​

​

​

​

​

​

​

​

​

 

  • Los cíclopes

 

Entre los indígenas de la aún poco explorada selva misquita existe la creencia en un ser que se asemeja a los cíclopes de un solo ojo. La antropóloga anne chapman recogió en los años 70 relatos que tenían por protagonista a esta criatura y los publicó en su libro los hijos de la muerte: el universo mítico de los tolupanes-jicaques de honduras. Una de estas historias se remonta a mediados del siglo pasado y habla de un indio, Julián Velásquez, que no quiso ser bautizado. Vivía cerca de la laguna seca (departamento de santa marta), pero viajó hacia la costa atlántica en compañía de un brujo. Allí encontró a una tribu de antropófagos que poseían un sólo ojo. Julián fue capturado y estuvo prisionero junto con tres ladinos (como se denomina a blancos y mestizos) para ser engordados. "los matan con cuchillo, degollados; la carne la comen frita y la echan con manteca en una botella", cuenta un informante de chapman. Julián Velásquez logró escapar de la infame tribu. Nunca más se ha oído hablar de tales cíclopes.

 

​

​

​

​

​

​

​

​

​

​

​

​

​

 

  • La siguanaba.

​

La siguanaba, llamada comúnmente la siguanaba. La leyenda de la siguanaba dice que una mujer, originalmente llamada sihuehuet (mujer hermosa), tenía un romance con el hijo del dios tlaloc, del cual resulto embarazada. Ella fue una mala madre, dejaba solo a su hijo para satisfacer a su amante. Cuando tlaloc descubrió lo que estaba ocurriendo él maldijo a sihuehuet. Ahora se llamará siguanaba (mujer horrible), ella sería hermosa a primera vista, pero cuando los hombres se le acercaran, ella daría vuelta y se convertiría en un aborrecimiento horrible. La forzaron a vagar por el campo, apareciéndosele a los hombres que viajan solos por la noche. Dicen que es vista por la noche en los ríos de el salvador, lavando ropa y siempre busca a su hijo, el Cipitío al cual le fue concedido la juventud eterna por el dios tlaloc como su sufrimiento. Según lo que cuenta la leyenda, todos los trasnochadores están propensos a encontrarla. Sin embargo, persigue con más insistencia a los hombres enamorados, al don juanes que hacen alarde de sus conquistas amorosas. a estos, la siguanaba se les aparece en cualquier tanque de agua en altas horas de la noche. La ven bañándose con guacal de oro y peinándose con un peine del mismo metal, su bello cuerpo se trasluce a través del camisón. El hombre que la mira se vuelve loco por ella. Entonces, la siguanaba lo llama, y se lo va llevando hasta embarrancarlo. Enseña la cara cuando ya se lo ha ganado. Para no perder su alma, el hombre debe morder una cruz o una medallita y encomendarse a dios. Otra forma de librarse del influjo de la siguanaba, consiste en hacer un esfuerzo supremo y acercarse a ella lo más posible, tirarse al suelo cara al cielo, estirar la mano hasta tocarle el pelo, y luego halárselo. Así la siguanaba se asusta y se tira al barranco. Otras versiones dicen que debe agarrarse de una mata de escobilla, y así, cuando ella tira de uno, al agarrase la víctima de la escobilla, ella siente que le halan el pelo. esta última práctica es más efectiva, ya que es el antídoto propio que contrarresta el poder maléfico de esta mujer mágica..

 

​

​

​

​

​

​

​

​

​

​

​

​

  •  El duende del nanzal

​

Muchos, igual que yo, juran haberlo visto: un hombrecito, orejón y barrigón que lleva la cabeza siempre cubierta por un gran sombrero aludo mucho más grande que él en circunferencia. Tenía su residencia en una cueva en las profundidades de una enorme roca en una de las lomas del cerro capiro, en las orillas de Trujillo. Por eso los trujillanos, con razón, han bautizado aquel peñasco como la piedra del duende. Unos compañeros de escuela atestiguaban su existencia y temerosos del que se suponía un ser infernal, se mantenían alejados de los árboles de nance cercanos a la roca, de lo que para nosotros los adolescentes, era una fruta codiciada: los nances. lo extraño es que a pesar de que corrían de boca en boca, tantos rumores de las apariciones del duende aquel, entre estos no había tan solo uno que dijera que el gnomo le había causado daño a nadie. la gente decía que era porque aquel era un gnomo bueno; si hubiera sido de los malos, decían los trujillanos, se habrían dado cuenta hace mucho tiempo porque, simplemente, tuvieran que haber sufrido la desaparición misteriosa de algunos de sus niños. los duendes y los gitanos, según la leyenda, tienen predilección por los niños. Recuerdo las muchas veces que mi madre usando el pretexto del duende, logró hacernos desistir, a mi hermano y a mí, de que nos fuéramos a vagar a buscar nances a los potreros de la piedra del duende. Temerosos de ser secuestrados por vagos y desobedientes, por este, nos auto confinábamos a las inmediaciones de nuestro hogar en donde le gustaba a mi preocupada madre tenernos. Con la imagen del duende en mi mente, le había cogido terror a paco, un enano que vivía en el barrio de rio negro. Cuando iba a ese barrio a visitar a mi tía aurora, solía deslizarme a la casa vecina de Manuel Zepeda, a deleitarme con los ensayos de la marimba titulada azul y blanco, de la que era aquel su dueño y director. Completamente absorto en la actividad de los músicos ejecutando sus instrumentos, no me daba cuenta cuando paco, que aparecía de a saber dónde, consciente de que me mantenía aterrorizado, se venía por detrás de mí y acompañando con un estridente ruido que hacia al tronar la lengua con el cielo de la boca, me daba con los dedos índices, un hurgón simultáneo en los costados. Aquello bastaba para que saliera yo en desbandada, llevándome de encuentro todo lo que había por delante. Estando tan joven, no estaba seguro de si era odio o temor, o ambos lo que le tenía a aquel infeliz enano; el caso es que lo detestaba porque veía en él un duende malo; asociaba yo a paco con y muchas veces sospeché que era él, el duende de la piedra. en aquellos días de mi niñez inquieta, lejos estaba yo de sospechar que muy luego me tocaría mi turno de encontrarme con el famoso duende de la piedra. Aquel día un grupo de compañeros, desafiantes habíamos decidido ir a recoger nances a la salida de la escuela, en los terrenos de la piedra del duende. por una extraña coincidencia, era en esa zona en donde estaban los árboles de los nances más grandes y más dulces. Sacándolos del bolsón con que acostumbrábamos asistir a clases, nos metíamos los cuadernos y los libros entre la faja del pantalón y la barriga, para así poder usar los bolsones para los nances que eran el objetivo de nuestras travesuras. Siendo la hora como las cuatro de la tarde, estaba en su comienzo el acostumbrado coqueteo vespertino de los colores del crepúsculo tropical, con las ramas de los árboles que anticipando el misterio de la oscuridad que se aproxima- va, parecían adelantarse a tomar formas caprichosas. Con la noche avanzando a pasos agigantados, teníamos que apurarnos para que no nos fuera está a sorprender, y para evitar tener que contrastar con las horas del duende. Según los rumores, las horas preferidas de este eran la caída de la tarde, al anochecer. Estaba en medio de lo que, para nosotros los muchachos, era parte de la rutina nancera, que consistía en encaramarnos a los árboles para sacudir las ramas, cuando de repente desgarró el tímpano de mis oídos, un silbido espantoso. Un aterrador silbido que no podía proceder de ningún otro lugar más que de los labios del infernal duende. Se decía que los inconfundibles sonidos del duende eran su estruendoso silbido, acompañado del monótono diptongo que los campesinos usan para arrear ganado. Desde la ventajosa posición que me ofrecía la altura de la rama en que me encontraba, podía mi vista abarcar más espacio que mis compañeros que estaban abajo recogiendo los nances. Recuerdo que al segundo silbido, volví mis aterrados ojos hacia la dirección desde donde este procedía, y fue entonces cuando lo vi. ¡Allí estaba! ¡Allí estaba el mismito duende! venia trepando la loma dirigiéndose a donde estábamos nosotros. Lo primero y lo último que le vi, fue el gran sombrero. Sin darme cuenta, me aventé de la rama aquella y hasta el día de hoy no me he podido explicar, como fue que no me reventé la vida. Emprendí una carrera desesperada dejando a mis compañeros atrás. al oírme gritar: ¡el duende!, todos se espantaron y comenzaron a seguirme en mi desenfrenada carrera. Recuerdo que en el camino quedaba una cerca de alambre de peligrosas púas, que hasta el día de hoy, no me puedo imaginar ni cómo ni cuando la crucé. Fue aquella la última vez que fui a buscar nances a los terrenos de la piedra del duende. Jamás volví por aquellos lados. Para mí los nances de aquel maldito lugar habían quedado vedados de por vida.

​

​

​

​

​

​

​

​

​

​

​

​

 

 

  • El jinete sin cabeza

​

Y el silencioso crepúsculo se arrebujaba entre la dulce meditación en que la llanura solía extasiarse. Las aves herían con su alegre sinfonía la quietud majestuosa de la tarde. Lejos donde el sol parece arder entre el candente pebetero de la lejanía, un grupo de garzas van copiando sus finísimos plumajes en los colores maravillosos de los exóticos paisajes, en cuyos celajes hay tintes de presagio de penas melancólicas. Todo el ambiente parece guardar instantes de santa meditación, y en las copas floridas de los centenarios árboles, el viento arre cuesta sus erizados cabellos.

Es verano. y toda la llanura está reseca y solitaria, con aquella triste melancolía. Ha sido un atardecer maravilloso, y pronto sus poéticas bellezas devorarán la

Noche que pronto llegará. Allá en el corredor de la hacienda, el viejo patrón lee con devota atención el periódico del día, volando de cuando en cuando bocanadas de humo de pipa.

Son pasadas las seis de la tarde; este busca tomar un poco de aire fresco. en los corrales, el ganado espera entrar en reposo y de cuando en cuando óyense los últimos gritos de los sabaneros que arrean una punta de ganado de ordeño. la peonada se ha concentrado en la cocina y sentados al contorno de una mesa tosca y ennegrecida saborean con apetito la merienda del día.

Los congos con sus notas de órgano no cesan de cantar el allegro grandioso.

Todo el llano se puebla de sombras y en los corredores de la inmensa casona de la hacienda los candiles lanzan su luz cobriza. Patricia, la hija mayor del patrón, se ha acercado hasta su lado un poco nerviosa, pues Rosendo, uno de los sabaneros acababa de contar, una terron'tica narración, de las que suelen contarle cuando termina el trajín.

-¿qué te pasa hija mía? preguntó aquel viejo, apartando un rato su pipa de su boca, con aquella seriedad de hombre respetable.

-vieras papá,, que Rosendo estaba contando en la cocina que aquí asustan,, que llega tocias las noches hasta el corredor un jinete sin cabeza.

Una sonrisa picaresca dejó escaparse de entre su tupido bigote.

-no temas hijita, son supersticiones; son leyendas que estos hombres suelen contarse en sus ratos de ocio, para pasar el tiempo.

-pero papá, dijo la chiquilla, ¿a qué viene esto?

-yo te lo contaré, escúchame.

-siendo yo bastante joven, me contaba mi abuela que en aquellos dorados tiempos cuando la hacienda contaba con todas las comodidades del caso, pe celebraba con gran pompa la fiesta del nacimiento del niño dios, por supuesto que era una fiesta preparada, donde nadie de la numerosa concurrencia se iba con el estómago vacío. Pues bien, Luciano, muchacho de buenos sentimientos, hijo del patrón de la hacienda, tenía una novia, la cual quería mucho, por lo cual estaba haciendo preparativos para la boda, cuya fecha fijada sería el 25 de diciembre, en que se casaría con carmelita, una preciosa chiquilla, la flor del llano, que había entregado la fragancia de su perfume a un corazón enamorado.

José, sabanero dotado de malos sentimientos, que trabajaba en una de las haciendas cercanas a esta, estando también enamorado de carmelita y lleno de celos, al saber que ésta pronto se casaría con Luciano, decidió una tarde irlo a "ispiar" al cruce del camino de la plazuela, y así saciar su criminal y cruel instinto.

en efecto Luciano sin saber nada de lo que ocurría, volvía alegremente a la hacienda, cuando al pasar por el lugar, José sin masticar palabra alguna se lanzó encima del desafortunado muchacho descargando su arma criminal y cortándole la cabeza.

El criminal se dio a la fuga y no se volvió a saber más de su paradero. por eso hija mía cuando en las noches de luna y calma, y el llano duerme entre misterios o secretos, se escucha el trotar lejano de un caballo que viene acercándose a la hacienda, luego se oye que desmonta alguien, entra al corredor después de pasearse largo rato vuelve a montar y se aleja por el llano.

Cuentan los que han visto que es un jinete sin cabeza, es el mismo que en otros tiempos fue víctima de aquella tragedia pasionaria; es el alma de Luciano que busca entre el misterio de la muerte y la realidad de la vida, la linda mujer de sus sueños perdida en vísperas de su boda.

-ya vez, hijita, esta es la leyenda que Rosendo quiso contarles a los compañeros. Ahora, anda tranquila a dormir, que yo te seguiré, y olvida esa superstición, y que dios te acompañe.

Patricia después de oir aquel relato, dio un beso a su padre y paso a paso sumida entre un profundo silencio, fue en busca del descanso. en el zaguán sillero, un sabanero al compás de una vieja guitarra, rumiaba sus penas en las dolientes notas de una canción, triste y sentimental, canción que lleva y vuela en la fría brisa de los llanos a ser posadas en las copas florecidas de los árboles centenarios, canción que hace llegar hasta el blando lecho, donde duerme la amada mujer, de sus sueños.

​

​

​

​

​

​

​

​

​

​

​

 

​

  • Él come lenguas

 

En los años 50, en Nacaome, al sur de honduras, una misteriosa criatura causaba pavor a los lugareños. En literatura oral de la zona sur (Tegucigalpa, 1996), Karen ramos y Melissa Valenzuela describen cómo varios campesinos observaron un ave gigantesca sobrevolando las haciendas de dicha localidad. Según estos mismos testigos, al día siguiente de los avistamientos se encontraron algunas reses muertas en extrañas circunstancias.

Un campesino asegura que vio cómo la criatura atacaba a un toro usando su cola, semejante a una gruesa serpiente, para estrangular al animal y, finalmente, arrancarle la lengua. Sin embargo, esta descripción no concuerda con otros relatos en los que se asegura que el misterioso animal, bautizado con el descriptivo nombre de come lenguas, no dejaba signos de violencia tras sus ataques. En aquella época, muchos hacendados se quejaban de la pérdida de ganado vacuno. Invariablemente, las reses aparecían muertas, con la lengua cortada de raíz y las quijadas dislocadas. También se recogió informaciones semejantes a miles de kilómetros de distancia en el estado de goias (Brasil).

Los casos ocurrieron en los años 40 y presentaban características similares a los que tuvieron lugar en honduras. Estas mutilaciones recuerdan a las que han sido relacionadas con el fenómeno ovni o con el ya célebre Chupacabras.

Un pariente cercano al come lenguas es el pájaro-león, que atemorizó a los habitantes de la región de sabana grande. Según la tradición, esta bestia, descrita como un ave de grandes dimensiones y pico enorme, devoraba o enloquecía a quienes tenían la desgracia de cruzarse en su camino.

​

​

​

​

​

​

​

​

 

​

  • La carreta sin bueyes

 

el muchacho, por su gran apego a su fe cristiana, no quería tener nada con ella pero la bruja valiéndose de artificios, lo logró conquistar y así vivir con él mucho tiempo, convirtiéndolo en un ser similar a ella.

Como se puede notar nadie estaba de acuerdo con esta unión, mucho menos el cura del pueblo el cual en sus prédicas denunciaba el hecho. Al pasar de los años aquel muchacho, ya mayor, tuvo una enfermedad incurable y pidió a la bruja que si se moría, le dieran los santos oficios en el templo del lugar.

Al solicitarle al sacerdote la última petición de su amado, la bruja recibió la negativa debido al pecado arrastrado en su vida.

La bruja dijo "por las buenas o por las malas", y, al morir su hombre, "enyugó" los bueyes a la carreta y puso la caja con el cuerpo muerto, cogió su escoba, su machete y se encaminó al templo.

Los bueyes iban con gran rapidez pero al llegar a la puerta, el sacerdote les dijo "en el nombre de dios paren". Los animales hicieron caso, más no la bruja, la cual blasfemaba contra lo sagrado.

El sacerdote perdonó a los bueyes por haber hecho caso, y la bruja, la carreta y el muerto todavía vagan por el mundo, y algunas noches se oyen las ruedas de la carreta pasando por las calles de los pueblos arrastrada por la mano peluda del mismo diablo.

 

​

  • La casa de santa rosa de Copán

​

Esta casa encantada se encuentra a la orilla de la carretera a la salida de santa rosa, después de la aldea de los naranjos; esa casa es todo un mito, lo único que se sabe de su historia y su leyenda, es que murieron unos niños ahí, de manera trágica, y el sacerdote responsable de ellos también.

No la logran vender puesto que pasan cosas raras dentro de ella (ruidos y lamentos), y tampoco nadie se atreve a botarla o habitarla, ya que supuestamente la gente que entra a visitarla o pretende vivir ahí, muere dentro de ella, por un ataque al corazón,... ¿quizá vieron algo? lo que se sabe es que la gente de los entornos tiene miedo incluso a simplemente pasar por ahí. Saludos.

bottom of page